ES007.30 Finda
Finda
7.30 Finda era amarilla, con cabello como la crin de un caballo. No podía doblar un árbol, pero donde Lyda [008] podía matar a un león, ella mataba a diez.
Finda la seductora. Su voz era dulce y ningún pájaro podía cantar como ella. Sus ojos seducían y acechaban y y quien los veía caía bajo su hechizo.
Finda la irrazonable. Escribió miles de leyes, pero ella misma no las obedecía. Aborrecía a los buenos por su franqueza, pero era vulnerable a la adulación. Y esa fue su desgracia. Su cabeza estaba demasiado llena, su corazón demasiado vanidoso. Se amaba más a sí misma y quería ser amada por todos.
Finda la falsa. Sus palabras eran dulces como la miel, pero quien confiaba en ella estaba cerca de la desgracia.
Finda la egoísta. Quería dominar a todos y sus hijos eran iguales. Permitían que sus hermanas los sirvieran y para expandir su poder se mataban entre sí.
Finda la de doble corazón. El lenguaje obsceno la enfurecía, pero los peores actos no la conmovían. Si veía a un reptil devorar a una araña, temblaba de horror, pero si veía a sus hijos asesinar a un Frya, su pecho se hinchaba de placer.
Finda la desdichada. Murió en la flor de su vida, pero cómo y por qué es desconocido.
[009] Hijos hipócritas. Su cadáver fue cubierto con piedras preciosas; con pomposas inscripciones las adornaron, gritando en voz alta para ser escuchados. Pero en privado, no derramaron ni una sola lágrima.
Gente repugnante. El Tex que Finda dejó atrás fue grabado en placas de oro. Pero los mejores entre ellos, para quienes fue hecho, nunca vieron beneficio de él. Las buenas leyes fueron desechadas y el egoísmo las reemplazó con malas.
Oh Finda. Entonces la Tierra se desbordó de sangre cuando tus hijos segaron las cabezas de la gente como hojas de hierba. Sí, Finda, estos son los frutos de tu vanidad. Mira desde tu estrella vigía y llora.
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