ES009.18 Frya

2e. Frya

[009/18] Frya era blanca como la nieve en la aurora matutina y el azul de sus ojos le ganaba al arcoíris.

Hermosa Frya. Su pelo, fina como la telaraña, brillaba como los rayos del sol de mediodía.

Hábil Frya. Cuando sus labios se abrían, los pájaros de callaban y las hojas se quedaban quietos

Tremenda Frya. Por la fuerza de su mirada el león se establecía en sus pies y la víbora retenía su veneno.

Pura Frya. Su alimento era la miel y su bebida el rocío, recogido en el interior de las flores.

[010] Iluminada Frya. Enseñaba a sus hijos la autocoersión por un lado, el amor por la virtud por el otro, y cuando eran de edad, les enseñaba el valor de la libertad. "Porque", decía, "sin libertad todos los demás virtudes solo sirven para esclavizarte, para vergüenza de tu linaje".

Clemente Frya. Nunca hizo escavar metales de la tierra por interés propio, pero cuando lo hacía era por el bien común.

Dichosa Frya. Como las estrellas pululan a la tierra, así sus hijos la pululaban.

Sabia Frya. Cuando había criado a sus hijos hasta el séptimo grado, les convocaba a todos en Flílandia. Allí les entregaba su Tex y decía: "Deja que sean tu guía en el camino y no te irá mal después".

Elegida Frya. Cuando había hablado, la tierra temblada como el mar de Wralda. Flílandia se hundía con pasos veloces debajo de sus pies. El cielo se oscurecía y no paraba de llover. Y cuando buscaban a la Madre, ella ya había llegado a su estrella-guía. Al final el trueno sonaba desde las nubes y los rayos escribían en el cielo: 'Vigila!'

Vidente Frya. La tierra de donde había venido, ahora era un caudal y salvo su Tex, todo lo que había salido de sus manos había quedado sepultado por el agua.

Atentos hijos. Cuando volvían en si, creaban un túmulo alto y encima construían un Burgo. En sus paredes esculpían el Tex. Y para que todo el mundo pudiera encontrarla, llamaban a la tierra alrededor 'Texlandia'. Allí se quedará, mientras la Tierra es Tierra.